15 de
Diciembre: Nos levantamos en casa de Oscar bien temprano y nos pusimos a
ordenar la casa y armar todas nuestras cosas, a media mañana ya estábamos
desayunados y con la moto lista. Tras despedirnos de Juanito, el empleado de
Oscar nos subimos a la moto y nos dispusimos a llegar a Copacabana. Antes
pasamos por el mercado a comprar frutas para el viaje y pedir unas indicaciones
para salir de La Paz, que sabíamos que era bastante difícil, y así fue.
Tardamos más de una hora en salir de la ciudad, hacia un frio terrible, y para
colmo se largó a llover. Como andábamos medios engripados, decidimos parar para
no mojarnos y comernos un almuerzo barato antes de seguir, al terminar dicho
almuerzo por suerte la lluvia había cesado al menos, el frio seguía fuerte.
Salimos a la
ruta y en un par de horas ya empezamos a ver el increíble Lago Titicaca y la
lluvia nos volvía a acompañar nuevamente, me parece que ya nos vamos a tener
que ir a acostumbrando a esto en esta época. A penas paró un poco la lluvia
decidimos parar a tomar unos mates a orillas del lago, luego continuamos hacia
Tiquina donde uno debe cruzar el lago en balsa para luego continuar con unos 40
km de ruta a Copacabana. El cruce consiste en subir la moto a una balsa donde
va acompañada de otros vehículos, nos salió 15 Bs cruzar y la experiencia fue realmente
muy linda, excelente el paisaje y muy divertido llevar la moto por el agua.
Ya del otro
lado continuamos esos 40 km bien tranquilos ya que era temprano y el paisaje
daba para parar cada 100 mts a sacar una foto distinta. A las 4 de la tarde ya
estábamos en el hermoso y tranquilo de pueblo de Copacabana a orillas del lago
Titicaca. Pasamos por 2 hostels y en el segundo nos quedamos, estaba baratísimo
y aceptable, ubicado justo en frente de la plaza. Tas acomodarnos en nuestra
habitación, nos fuimos a caminar, conocimos la hermosa iglesia de Copacabana la
cual es realmente grande y con muchísimo dinero invertido en su decoración, no
comparto que se gaste dinero en estas cosas pero realmente es impactante, luego
de aquí nos fuimos a ver el lago bien de cerca pudiendo apreciar un hermoso
atardecer.
Ya de noche
andábamos caminando por el centro y averiguando cómo hacer para ir a la Isla
del Sol, luego de preguntar en todos lados conseguimos una empresa que se sumó
a ayudarnos con nuestro sueño cobrándonos muy poco para llevarnos a la isla al
otro día, dicha empresa se llama PACHAKUTI y estamos realmente agradecidos con
ellos.
Luego ya con
planes armados para el día siguiente nos fuimos a comprar fiambre y frutas para
llevarnos a la isla, ya con las compras hechas a dormir como bebes.
16 de
Diciembre: nos levantamos a las 7 de la mañana ya que el barco a la isla salía
a las 8, nos tomamos unos mates y salimos hasta orillas del lago sonde nos
esperaba el barco, la primera vez que andábamos en unos de estos barcos con
asientos y una especie de terraza donde unos también puede sentarse a sacar
fotos o simplemente disfrutar del paisaje. Estábamos realmente felices y emocionados,
el viaje comenzó con lluvia pero de a poco el día se fue poniendo realmente
hermoso. No se puede creer la inmensidad del lago, nosotros que vivimos en el
mar por momentos no le encontrábamos diferencia, es gigante.
Llegamos a la
isla a las 10:30 de la mañana y comenzamos a caminar, nos dejaron por el lado
norte y el barco nos pasaría a buscar por el lado sur a las 15:30 hs, teníamos
que caminar unos 12 km pero también almorzar y sacar fotos, así que el tiempo
nos pareció muy poco. Comenzamos viendo ruinas en la isla e impactándonos
segundo a segundo con sus playas sin gente y una tranquilidad increíble. Al
mediodía nos hicimos una ensalada de frutas con muchísima variedad de cosas,
luego de comer esto y descansar un rato nos dispusimos a caminar ya que nos
quedaban 9 km y ya era la 1 de la tarde. En la isla te quieren cobrar cuando
llegas, cuando te vas y cuan do vas caminando también, nosotros como siempre
contando de nuestro viaje pudimos zafar de estos gastos y caminarnos toda la
isla gratis, caminamos hasta las 15 hs casi sin parar, salvo para sacar fotos y
obviamente disfrutar de los hermosos paisajes que veíamos metro a metro. Ya a
las 15 hs y creyendo que nos llegaríamos caminando comencé a correr alejándome
de Pau con la idea de que si llegaba muy justo con el horario al barco por lo
menos poder avisarle que Pau ya estaba llegando, realmente fue agotador este
tramo ya que el lago está muy alto y el sol y estaba fuertísimo. Llegue con lo
justo al barco a las 15:30 hs, no podía casi respirar pero había llegado, como
la isla es tranquilidad solo hizo falta hablar o gritar mejor dicho diciéndole
a Pau que podía llegar tranquila que el barco la esperaba, a ella y a unos
japoneses que también venían con los minutos contados.
Ya con Pau
en el barco, tomamos muchísima agua pero aun seguíamos cansados, la tarde por
suerte estaba hermosísima con mucho sol y así emprendimos la vuelta, a
diferencia de la mañana que llovía pudimos volver en la terraza del barco todo
el camino hasta Copacabana.
Llegamos a
las 18 hs y nos fuimos a caminar un rato por el centro, más tarde al hostel y a
dormir, no dábamos más, nos dolía todo y el sol nos había cocinado.
17 de
diciembre: nos levantamos bastante tarde y nos fuimos a almorzar al centro ya
que está bastante barato, luego del almuerzo nos alquilamos un pato flotante el
cual mediante pedales nos llevó bastante adentro del lago, estuvimos relajados
ahí bastante tiempo y luego lo fuimos a devolver, está muy bueno sentirse uno
tan pequeño en ese lago a pesar de estar en un pato flotante jaja.
Más tarde
para seguir con la rutina de caminata nos fuimos por la costa caminando unos
cuantos km llegando a lugares donde ya no había nada, solamente campo y lago,
hermoso.
A la
tardecita volvimos al hostel donde empezamos a ordenar todo para irnos al día
siguiente, Perú nos esperaba y estábamos muy ansiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario