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jueves, 9 de abril de 2015

CAPITULO 26 (Machala - Santo Domingo)

En Machala estuvimos 5 días, nos trataron como si fuésemos de su familia. A los 2 días de estar en lo de Galo, llegamos una tarde al taller y estaban Ale y Vanesa (Me Voy a dar una vuelta),  argentinos que están viajando por el continente en su camioneta. Con Ale hablamos desde hace un tiempo por Facebook y fue muy bueno poder conocerlos, además tenían mate jajaj.
Un mediodía, ya que Tío Galo y su familia no paraba de agasajarnos, decidimos preparar nosotros el almuerzo, cocinamos entre los 4 unas milanesas a la napolitana con puré, las cuales a criterio de los argentinos presentes estaban muy buenas, esperemos que para los ecuatorianos también haya sido así.
Una noche junto a Galo, Ale y Vanesa nos fuimos a recorrer la ciudad en el auto del Tío, muy linda por cierto, sobre todo muy limpia y ordenada, aun estábamos sorprendidos por el orden de las plaza y también principalmente en el tránsito, después del caos de Perú, Ecuador es como haberse ido a otro planeta.
La ultima tarde llegó al taller del Tío Galo, José, de Colombia que venía viajando en su moto y pensaba llegar hasta Perú, muy buena onda este loco con el cual nos divertimos bastante el poco tiempo que compartimos, ya arreglamos para verlo a nuestro paso por su país.
También aquí en Machala pudimos conocer a los Machala Riders, un grupo de motociclistas de la ciudad, también a viajeros locales como Jonatan y Jonás, con todos ellos pudimos rodar una noche juntos,  compartir historias y divertirnos muchísimo, también nos dieron una gran mano con su colaboración con la compra de parches y calcos por lo que estaremos por siempre agradecidos por todo, en si agradecidos con Machala en general donde nos han tratado de lujo.
Así llego el viernes día en que decidimos salir hacia Guayaquil, antes de partir decidí ponerme a revisar el freno trasero el cual me estaba gastando un poco desparejas las pastillas, gran error cometí porque al estar desarmando me entro aire en la manguera del freno por lo que toco drenar y purgar hasta poder dejarlo bien, esto nos quitó bastante tiempo por lo que se nos hizo el mediodía y aun seguíamos en el taller de Galo, así que tras la invitación de Idalida, esposa de Galo almorzamos junto a ella, su hijo Carlos y José de Colombia y luego si, salimos a la ruta.
Entre las 4 y las 5 de la tarde ya estábamos en Guayaquil donde tratamos de contactarlo a Fony la persona que nos esperaba pero estaba trabajando y no logramos localizarlo, como Guayaquil es bastante grande decidimos llamar a Gabriel otra persona con la cual ya habíamos hablado desde hace un tiempo y estaba interesado en conocernos, además nos daba un lugarcito para dormir.
Gabriel por suerte si contestó su teléfono y nos vino a buscar a la estación de servicio donde estábamos, el freno trasero de mi moto no había quedado bien por lo que Gabriel nos llevó al taller de Fredy un amigo de él, ahí en 5 minutos nos solucionaron el problema y además nos trataron con la mejor onda, tal es así que a la noche fuimos invitados a cenar por Fredy y Gabriel junto a sus señoras.
La cena estuvo muy divertida y también riquísima ya que después de un tiempo nos volvíamos a comer un  buen pedazo de carne parecido al estilo argentino, también después de la cena nos fuimos a comer un heladito y más tarde a dormir.
Al día siguiente nos levantamos y a media mañana salimos hacia Santo Domingo, a los pocos km de salir pasamos por Yaguachi, lugar donde vive y trabaja Lobo solitario, un motociclista.
Pasamos a conocerlo por su trabajo y nos dijo si queríamos acompañarlo a su casa a conocer a su familia. Así fue que lo seguimos y llegamos a su hogar donde nos recibieron muy bien cómo nos pasa siempre, charlamos un buen rato y más tarde compartimos el almuerzo. Hacia  bastante calor ese día pero de todos modos tocó seguir después de comer. Sufrimos bastante las altas temperaturas, buscando cualquier sombra donde parar a descansar y refrescarnos.
Entre paradas a descansar y cargar gasolina llegamos a Santo Domingo a las 5 de la tarde fueron unos 270 km solamente. Ni bien veníamos ingresando a la ciudad vimos en un hotel a varias motos y a un grupo de personas con el mismo chaleco por lo que no dudamos en parar, allí entre “Los Bandidos” (nombre del grupo), estaba Sócrates una persona con la cual ya había estado hablando por Facebook, él estaba bastante ocupado ese día, pero en seguida se ocupó en llamar a varias personas para que vengan a recibirnos, la verdad es que nosotros llegamos a Santo Domingo solamente con un contacto que nos apoyaría en mecánica pero no sabíamos ni donde nos quedaríamos. Mientas esperamos a esa persona que había llamado Sócrates empezó a oscurecer pero para nuestra suerte a los pocos minutos apareció Vidal junto a su novia, quienes sin conocernos se acercaron a buscarnos. Vidal es miembro del club Soul Bikers de Santo Domingo, grupo que está en todo el país, ellos estaban reunidos en un lugar bastante descampado al cual nos llevaron ya que se estaba haciendo un show de stunt (acrobacias en motos), allí fue que llegamos y nos sorprendimos porque para ser una reunión era bastante concurrida, ahí nos presentaron a varias personas, entre ellos a El Gringo Loco, el mecánico que nos estaba esperando para solucionar los problemas en la moto y también a Peter Santos, presidente del club aquí en Santo Domingo, también conocimos a muchas otra personas pero sería imposible poder nombrar a todas.
De ahí nos fuimos en caravana a un balneario donde iban a hacer la cena más una mención a todos los motociclistas ecuatorianos que de una u otra manera están solidarizados con el motoviajero.
Allí llegamos todos los que estábamos en el show de stunt y también  otros que iban llegando de todas partes del país, uno de ellos era Mario Guaña de Cayambe, otra persona con la que hablábamos hace rato y esta reunión nos dio la posibilidad de conocerlo antes de lo planeado.
Así fue transcurriendo la noche entre charlas, platos, vasos y como dije antes los reconocimientos a las grandes personas que ayudan día a día en este mundo motociclista.

Cuando llegó la medianoche muchos se fueron a sus casas, otros (los de otras ciudades) se fueron a su hotel y unos pocos nos quedamos acampando. Santo Domingo nos trató muy bien el primer día y no iba a ser el último porque al final nos quedamos bastante, eso quedara para la próxima!

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