La estadía
en Cochabamba fue la más larga de este viaje, en esta hermosa ciudad nos
quedamos tres semanas disfrutando muchísimo de la gente que fuimos conociendo.
Al otro día
de haber llegado nos levantamos bien descansados del día larguísimo que
habíamos tenido quedándonos a almorzar en casa de Augusto junto a su
familia, y en la tarde decidimos ir a
caminar un poco por la ciudad y también nos fuimos a él cristo, que se sube por
escaleras hasta la punta del cerro, 2000 escalones para subir y otros 2000 para
bajar! Nuestras piernas quedaron muy cansadas, pero fue muy lindo ver la ciudad
desde allá arriba.
En la noche
volvimos a ir al bar de cesar, comiendo otra vez el pique macho que tanto nos gustó.
Al otro día,
31 de Octubre cumplimos 3 meses de viaje por lo que comenzamos el día muy
felices, en la tarde seguimos paseando por la ciudad y en la noche estuvimos de
fiesta junto a nuestro amigo Yann en el bar de Cesar para festejar nuestros 3
meses viajando, estuvo muy divertido.
En lo de
Augusto nos quedamos 2 noches y mientras buscábamos un lugar donde continuar
nuestra estadía, ya sea un hotel o camping barato, o en alguna casa donde
seamos bienvenidos, apareció la buena noticia de nuestro amigo Ricardo
Herscovich (nuestro padrino motero) quien nos contaba un poco su experiencia
aquí en Cochabamba ya que el también está viajando por el continente americano,
diciéndonos que él había estado en la casa de Raúl otro motociclista el cual lo
había recibido de maravillas.
Como
generalmente si nos hospedamos en la casa de alguien lo hacemos en lo de algún
conocido con el cual hayamos tenido un previo contacto, o sea, alguien que ya
sepa de nosotros y de nuestro viaje. Pero esta vez iba a ser distinto, Richard
directamente se comunicó con Raúl y este no dudo en darnos una mano
recibiéndonos en su casa, con mucha vergüenza lo llamamos y en la tarde nos fue
a buscar al taller de Ronald, otra persona que conocimos aquí y que muy
amablemente se ofreció a cambiarnos el aceite de la moto, el cual, a su vez nos
lo había regalado Sergio otro mecánico amigo de el a quien también conocimos en
la reunión de Águilas Legendarias.
En lo de Raúl
nos quedamos el resto de nuestra estadía, compartiendo muy buenos momentos
junto a él y su esposa Janet, la primer noche que llegamos era noche de Halloween
por lo que nos fuimos con Pau a divertirnos al bar de Cesar, muy buena noche
junto Yann, Ronald, otros amigos y el mismo Cesar con quienes tomamos bastante
y reímos un poco más. Al volver a lo de Raúl él estaba también junto a sus
amigos haciendo karaoke en su casa por lo que seguimos de joda un rato más
yéndonos a dormir bastante alegres pero también muy cansados.
Sinceramente
en Cochabamba conocimos demasiada gente y tuvimos demasiadas experiencias
buenas, muchos amigos nuevos con los que
compartimos almuerzos, cenas, paseos y buenos momentos.
Una de estas
personas es Cristian, quien nos conoció en la calle al ver nuestra patente
argentina y en seguida nos vino a hablar invitándonos a almorzar, cuando
entramos en confianza nos enteramos que él, junto a sus hermanos Willy y
Fabricio tienen una espectacular tienda y taller de motos, así que después del
almuerzo nos fuimos al taller y nos dieron una mano ajustándonos la suspensión trasera
de la moto, no conformes con esto también quisieron darnos una mano mandándonos
a hacer muchísimas calcos y parches para poder vender en nuestro viaje por lo
que estaremos muy agradecidos con ellos ya que además de llevarnos para todos
lados en Cochabamba también nos hicieron este importantísimo regalo.
Junto a
Cristian también fuimos a conocer La Angostura, a pocos km de Cochabamba, es
una laguna entre las montañas donde se pueden apreciar todo tipo de deportes
acuáticos, realmente muy lindo lugar. Una noche nos invitó a nosotros y a Yann
a su taller a comer una parrillada junto a
sus amigos motociclistas y otra noche también nos invitó a conocer la
noche de Cochabamba, primero fuimos a una fiesta de música clásica y luego a
una discoteca donde bailamos hasta tarde.
Cristian nos
presentó a un amigo suyo que tiene taller de motos especializado en pintura, su
nombre es Nando y desde un primer momento quiso buscar de qué forma ayudarnos,
la verdad que no se nos ocurría con que podría hacerlo, pero ya buscando el mas
mínimo detalle recordamos que antes de llegar a Oruro habíamos agarrado con la
moto una piedra muy grande quedando descentrada la rueda delantera, por lo que
en seguida nos pusimos a desarmar y a centrarla, al desarmar notamos que estaba
bastante oxidada, suponemos que fue por la travesía en el salar así que Nando
se tomó el trabajo de pintar todo el aro en su interior, quedó realmente bien así que muy agradecidos
con Nando, con quien además de arreglar la rueda una noche nos fuimos a comer
una pizza buenísima, él es un gran viajero también así que charlamos muchísimo
sobre viajes aprendiendo mucho de él.
Otra persona
que conocimos en Cochabamba fue a Marcelo, amigo de Raúl el cual también se sumó
a ayudarnos, él nos hizo el gran favor de cambiarnos la campera de moto que estaba
usando Pau hacia muy poco, la cual le quedaba un poco grande, así que gracias a
él de ahora en más Pau viajara muchísimo más cómoda y segura.
Otra de las
tantas historias y curiosidades de Cochabamba es la que nos pasó un mediodía
paseando en moto, parados en un semáforo se nos acercó José quien también vio
nuestra patente argentina y nos vino a hablar,
el argentino también pero hace 14 años que vive aquí en Cocha, también
motociclista. Hablamos solo unos minutos y nos invitó a que vayamos al otro día
a cenar a su casa junto a su esposa Marisa. Así que muy contentos al otro día
nos fuimos hasta su casa en donde nos sorprendieron con una cena bien
Argentina, ñoquis y fernet, un lujo. Nos divertimos mucho haciendo así 2 nuevos
amigos en esta ciudad, parece mentira pero ya perdimos la cuenta de la gente
que fuimos conociendo día a día.
También
conocimos a Fredy amigo de Raúl y también de Richard, quien nos invitó a
almorzar junto a su familia a un lugar donde sirven un plato llamado
“planchitas”, el cual contiene de todo, carne, chorizo, salchichas, ensalada,
huevo frito, mandioca y alguna cosita más.
Junto a Raúl
y Janet fuimos a pasear a una feria llamada Alasitas, en la cual venden
miniaturas de todo tipo de cosas, ya habíamos visitado una igual en Santa Cruz
de La Sierra, pero valió la pena ir de vuelta.
Otra noche
en el bar de Cesar conocimos a Roberto, un boliviano de los más viajeros del
país quien entre copas nos convenció de quedarnos más días de lo planeado para
ir a un encuentro de motos que se realizaría en Buena Vista a unos 350 km
de Cochabamba, además de participar en
un evento, lo bueno es que haríamos una ruta que de otra forma nos hubiese quedado
pendiente.
Así que ya
decididos a ir, comenzamos a prepararnos para ese día, iríamos acompañados por
Raúl, Ronald y su cuñado David. Mucha gente de Cochabamba iría al evento ya que
es bastante grande e importante al igual que gente de La Paz, Sucre, Oruro y
por supuesto la gran cantidad de amigos que habíamos hecho al comienzo de esta
travesía por Bolivia en Santa Cruz de La Sierra.
Nos
levantamos un viernes bien temprano para ir al evento, a eso de las 7 am ya
estábamos la Ruta 4 junto a Raúl y más adelante nos alcanzaron Ronald y David,
el camino al principio bien sinuoso, al ir subiendo íbamos adentrándonos en las
nubes haciéndose una especie de neblina la cual nos mojaba bastante y hacia que
la visibilidad sea muy escasa. Una vez pasada esas nubes el camino comienza a
bajar entrando así en el trópico boliviano, viéndose claramente el cambio en el
paisaje y también en la temperatura la cual iba subiendo km a km, a mitad de
camino paramos a almorzar en Villa Tunari una sopa de pescado la cual estaba
riquísima pero me provoco muchísimo sueño por lo que unos km más adelante tuve
que parar a descansar perdiéndonos del pelotón que se fueron más adelante. Al
rato seguimos y al llegar a un peaje nos estaban esperando sentados y muy
tranquilos, ya solo quedaba una hora para llegar a Buena Vista.
Al llegar,
muy impresionados con lo pintoresco del pueblo nos fuimos hasta el hotel donde
se realizaría el evento, no hicimos más que llegar y nos encontramos con todos
los de Santa Cruz, Franccesco, Manuel, Leo, José Luis, Murdock y seguramente nos estaremos olvidando de
alguno a la hora de escribir, la cuestión es que nos puso muy felices poder
volver a verlos, cuando nos fuimos de Santa Cruz no imaginamos que sería tan
pronto el reencuentro. También allí conocimos gente de todas partes que al
saber que veníamos viajando desde Argentina y con pretensiones de recorrer todo
el continente se entusiasmaban demasiado, provocándonos una felicidad enorme.
Al rato de
haber llegado nos pusimos a averiguar a donde dormiríamos, nosotros vamos con
nuestra carpa para todos lados por lo que le preguntamos al dueño o encargado
del hotel a ver si nos daba un espacio para armar campamento, para nuestra
sorpresa, el prefirió darnos una habitación totalmente gratis la cual no podría
ocuparla porque la usaban como depósito, pero para nosotros fue como si nos
hubiese dado una suite, bajamos todas nuestras cosas y al entrar a la
habitación teníamos hasta un colchón increíblemente cómodo, y nosotros creímos
que dormiríamos con nuestras bolsas de dormir en el piso.
Después de
acomodarnos fuimos a la plaza del pueblo donde estaban todas las motos, allí
nos recibieron de lujo, nos inscribimos y seguimos conociendo gente, también
nos tomamos unas cuantas cervezas y comimos algo. Ya de noche volvimos al hotel
y entre el viaje y las cervezas nos ganó el sueño por lo que decidimos
dormirnos una siesta para después poder aguantar a la noche, habremos dormido
unas 2 horitas y al despertarnos todos seguían tomando en el hotel y ya se
aproximaba lo que sería el fuerte del evento, en un gran salón donde nos dieron
una comida riquísima la cual acompañamos con un delicioso fernet escuchando las
bandas de rock, así fue pasando la noche entre tragos y buena música y bien
tarde nos fuimos a dormir.
Al otro día al
despertarnos el día estaba espectacular, nos fuimos a la plaza nuevamente a ver
si comíamos algo, allí nos encontramos con franco “el muerto” otro argentino
que vive en Santa Cruz quien había llegado a Buena Vista ese día junto a su
esposa, con ellos, Leo, Manuel y otros chicos más compartimos el almuerzo y
luego nos volvimos al hotel a disfrutar de la piscina ya que el día estaba muy
caluroso.
A la noche a
cenar algo por ahí y más tarde nosotros a dormir, la mayoría seguramente siguieron
tomando, pero al otro día había que manejar hasta Cochabamba así que lo mejor
era descansar bien.
Ya domingo,
unas horas antes del mediodía pegamos la vuelta a casa de Raúl, viajamos casi sin
parar llegando bastante rápido a Cochabamba. Al llegar nos pusimos a actualizar
un poco la página y fundamentalmente a averiguar el estado del camino de tierra
a La Paz, por el cual queríamos continuar nuestro viaje, teníamos a nuestro
amigo Yann, el francés que lo estaba haciendo y día a día nos pasaba
información de cómo le estaba yendo. Como a él le fue bien decidimos nosotros
hacerlo también así que nos fuimos a descansar
sabiendo que en unos días continuaríamos viaje, había que preparar la moto y
sobre todo ordenar todas nuestras cosas que después de 3 semanas teníamos un
desorden demasiado grande.
Al otro día
ya nos pusimos a pleno con los preparativos, Pau lavando la ropa y armando el
bolso, yo cargándonos a tope de combustible, consiguiendo bidón extra y también
lubricando bien la cadena, la moto ya estaba casi lista solo quedaba armar las
valijas y atar el bolso y la carpa. Pensábamos salir el martes pero al final
decidimos descansar un poco más ya que el camino seguramente nos llevaría al
menos 2 o 3 días, decidiendo así salir el miércoles por la mañana y ver hasta
donde llegábamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario